Hoy
ni siquiera necesito que aparezcan
las
alfombras y los espejospero Ángeles Mora sigue
escribiéndome los poemas en la lluvia.
Robándome
un segundo antes
una
generación antesun espasmo de rebeldía antes
de que piense cada palabra
como una maleta
o como un beso en el portal.
Puede
llegar a ser desesperante
cuando
las manos agrietadas coincidencuando los nombres de un amor son los mismos
cuando hasta esquivar sus palabras
es otra forma de repetir los pasos de una madre.
Ni
siquiera necesito abrir las páginas
releerlaso estar
en las veces que no estuve
sólo me hace falta
salir a tender la prudencia
abriendo el portal
recogiendo el beso empolvado
y la maleta tibia
y huir de casa
sin mirar atrás.
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