domingo, 16 de febrero de 2014

Pornografía eres tú

De las peores rachas
las mejores maquetas.

WAOR.


la revolución estaba en tus ojos
incluso
sobre todo
cuando los cerrabas.

has permitido
que te dejara
un tatuaje
con sabor a sal y a despedida.
los besos -esa dulce
lucha contra el mercado-
han cosido
palmo a palmo
corazón a corazón
mi tristeza
y tu soledad.
te has convertido
en un verano
una palabra
el fracaso del que menos me arrepiento.

para mis sábanas eres el Día-D
para mis mapas,
el triángulo de las Bermudas,
para mis libros,
el eterno retorno.
pornografía eres tú,
aunque me duela la costilla
el diluvio
y una larga tradición
a la que has dejado en bragas.

el sexo
contigo
es una pintura abstracta.

has hecho
de la risa
una presa fácil
aunque no sabes
cuándo
la tristeza
soltará a los perros.

Por eso he de decirte –aunque sea por escrito-
que me faltan recibos
para la sorda pasión con la que sufres
que me falta ceguera
para el largo viaje de tu piel
que me faltan palabras

para tu geografía infinita.

martes, 11 de febrero de 2014

La bombilla está encendida

Cuando el poeta es un peregrino.

ANTONIO MACHADO




la bombilla está encendida
y nosotros tan ciegos.

Álvaro,
estaba aquí
(joder)
tan cerca de nosotros,
la estética de lo encendido
la intemperie de la intimidad
el yo
contra
el yo
un espejo roto.

y nosotros que pensábamos
que había algo
ahí fuera
en donde vernos reflejados

era mentira,
lo sabías
yo también lo supe
¿cuál fue el último disfraz
que cosimos
con la piel de alguna juventud
sobre el rostro de la indiferencia?
¿con qué certeza
crees haberte enamorado
con la luz apagada
y el yo descosido?

no luches más porque amanezca para todos
no vuelvas a comprar la ternura
no persigas más un verso eterno
la revolución
estaba aquí
eras tú, amigo,
y ahora
con media luz me basta para ver
con media ola escucharé tu voz
con medio verso

caminará el poeta.

viernes, 7 de febrero de 2014

Hay más destino que necesidad

Hay más destino que necesidad
en todo lo que hacemos juntos
y eso hasta tú lo sabes,
porque yo no parto mis horas
para contestarte
o para escuchar alguna de las canciones
con las que estoy escribiendo este poema,
porque tu no eres cualquiera,
pero a cualquiera si le gustaría parecerse
a ti,
al menos poder compartir
un poco de la corrección perfecta
de esas palabras que salen por tu boca,
a veces tan malditas y otras tan promesas,
que sería capaz de vivir con una de ellas
para, por, y hasta siempre.

Otras veces, juego a decirte verdades,
aguardando a que me dediques un Te quiero Igual,
o aunque eso no sea posible,
espero que seas capaz de escribirme
en un mapa lo suficientemente grande
dónde está ese lugar a través del cual
se puede ver la ventana de tu dormitorio.

martes, 12 de noviembre de 2013

Perdido

Dicen que estoy un poco perdido
pero no saben que me he partido los huesos
contando tus ausencias,

sueles desaparecer con un poco de magia
esa que saboreo los viernes
y algún que otro sábado,
esa actitud que me dice: “desnúdate”,
olvídate de las formalidades y de apagar la luz
así podrás contarme otra vez
que ocurre en los silencios de mi cuerpo,

tú sabes de mis debilidades,
por eso me arropas siempre
con un singular cariño que oscila entre el amor
y un poco de tristeza,
me dices “sé fuerte” pero sabes que soy un cobarde
que cuando empieza una guerra,
soy yo el que guarda los cuchillos
porque no me gusta ser sincero,
no me gusta herir-me,

me susurras, como si fuera secreto,
no te hagas daño otra vez
pero se te olvidaba
que ya había empezado a escribir.

sábado, 26 de octubre de 2013

Se fue sin decir llámame un día

                      "Se fue sin decir llámame un día"
                                        Joaquín Sabina                     

Últimamente me cuesta recordar
ese sueño,
que me obligaba a empezar diciendo
que la vida es una mierda,
que no importa como lo hagas
subirás la falda equivocada
o besarás unos labios sin haber
sido invitado.

Siempre empezaba igual
las conversaciones,
un tren que se va,
una ventana que se rompe,
una calle que no me ha enseñado
a besar.

Sin embargo he de deciros
que hay veces,
en las que algún error acaba
acertando la pregunta,
entonces,
la soledad se hunde,
los trenes se quedan,
subes la falda correcta,
y besas unos labios que arden
con un poco de whisky,
esas veces
piensas que no es tuyo el error,
hasta que te despiertas
observas que no está su ropa
pero si sus arañazos,
y te das cuenta que
se fue sin decir llámame un día.

Vuelves a esa mierda de vida,
sin un te quiero y con más de un te olvido.

viernes, 30 de agosto de 2013

Lo que le importa a la gente

A la gente no le importa
el color de tus labios
a no ser que te inventes alguna mentira
de esas con las que te haces arquitecta
de más de un sueño
que nunca se acaba y por eso nunca se cumple.

A le gente solo le importa saber
cómo te desabrocho los botones de la camisa,
dónde dejamos los abrazos cuando no estamos en la ducha,
cuando fue la última vez que la cima
del mundo empezaba desde tus pies,
por qué nos parábamos a saborear algunos versos sin rima,
pero sobre todo,
qué hacía para volar cada día con la ropa destrozada
y un poco de maquillaje en el ruido de mis pasos.

A la gente no le importa por qué iba a verte a tu portal,
ni cuándo me regalabas el destino de una noche.

No le daban importancia
a los detalles que escriben las historias con puntos y seguidos.

Lo que ellos no saben,
es que a mi si me importa
el color de tus labios.

jueves, 8 de agosto de 2013

Lo que pueda contaros

    “Lo que puedo contaros
      es todo lo que sé desde el dolor
       y eso nunca se inventa”

                                 Javier Egea

Lo que pueda contaros
será siempre una pequeña revolución
que se estanca en mi vida,
o, pocas las veces,
se cambia de estación.

He conquistado
algún que otro naufragio.
también me han conquistado
con pequeñas palabras sin motivos.

Las cosas no suceden por azar,
normalmente hay algunos labios sueltos,
un poco de arena en los zapatos
y algunas horas de más.

Nosotros aprendemos desde el dolor.

Cuando te olvidas de tus pasos
sientes que tu vida se va quedando muda
mientras guardas una bolsa
de soledades envenenadas entre tus manos.

Siempre hay que tener cuidado con el suicidio,
ya que siempre quedan farolas encendidas
antes de que el último barco pueda huir,
entre el sabor salado de sus mejillas,
o una casa que se destruye sin tus abrazos.