martes, 18 de octubre de 2011

Conversación de Luna I

Conseguí lo que siempre codicié
y soy más infeliz que nunca
dime tú amiga mia:
¿Es esta la maldición
de la raza soberana?
Un juego de azar
donde pierde el que gana.

En el olvido

La silla con traje de soledad
aguarda sobre un polvo especial,
recordando duramente como:
coincidimos en la fría nieve,
hace cerca de dos meses, cuando 
me ofreció su veneno negro por 
cada salvavidas de mis sueños.

Soy un verso náufrago

Por inhiesto eres esclavo pinar
de los nidos, sus pájaros y cantos.
por tu nieve eres montaña deshecha
a cada nota del arpa de Flora.
en la negrura de la torre ausente
soy un verso náufrago de tu lluvia.
Déjame una palabra sin acento
-un tormento de los ciegos- que suena
con fiereza la espuma de este mundo.
Deja mi espíritu solo y silente
que tu viento desnude mis cortinas
tú, apaga con tu beso, mi nombre.
Y en el fragor de las palabras
entra también la noche.

Caballero Bonald.

Entra la noche en los bosques
humana alfombra que cubre
innombrables esquinas de mi alma
que la Historia no puede lapidar.
entra la noche en las aves,
de las ramas torcidas del manzano,
vaciando las copas que las sombras
beben en la oscuridad.
Entra la noche en los pasos
lentos del pasado: en el olvido.
cierra los ojos del hombre
que no soporta su debilidad.
entra la noche ávida en las distancias
convexas de tus sábanas
en el hombre y su costilla
que bailan en la aguja de esta noche.