martes, 28 de agosto de 2012

Rojo este Cielo


Extraño tanto mar, raro este cielo

                                                                                                                         Javier Egea


Se abrió ante nosotros un nuevo mar,
triste y plateado con un roce de cariño,
que violentamente despedazó
cualquier esperanza que nos aislara
de esa calle tan amarga, hoy soledad.

Nos fijamos como en la pasada despedida
que se tejía raro este cielo,
asesino despiadado que ha teñido
nuestros años con una nota imborrable.

Ahora transcurren los días sin más
se sientan a mi lado pero no me entienden,
no saben lo que es la lejanía, y
no se creen mis historias,
les dije que siempre hubo una sonrisa tuya
conmigo hasta en las últimas diferencias.

Es en este momento,
cuando recuerdo esa isla, tuya y mía,
desconocida para todos,
donde el mar era nuestro aliado
y caminábamos por la fina sinceridad
de la arena,
aprecio hasta el último abrazo.

No hay que olvidar que la distancia
es una palabra innecesaria,
cuando podemos huir a otro mar,
extraño tanto mar, raro este cielo.