Extraño tanto mar, raro este cielo
Javier
Egea
Se abrió ante nosotros un nuevo
mar,
triste y plateado con un roce de
cariño,
que violentamente despedazó
cualquier esperanza que nos aislara
de esa calle tan amarga, hoy
soledad.
Nos fijamos como en la pasada
despedida
que se tejía raro este cielo,
asesino despiadado que ha teñido
nuestros años con una nota
imborrable.
Ahora transcurren los días sin
más
se sientan a mi lado pero no me
entienden,
no saben lo que es la lejanía, y
no se creen mis historias,
les dije que siempre hubo una
sonrisa tuya
conmigo hasta en las últimas
diferencias.
Es en este momento,
cuando recuerdo esa isla, tuya y
mía,
desconocida para todos,
donde el mar era nuestro aliado
y caminábamos por la fina
sinceridad
de la arena,
aprecio hasta el último abrazo.
No hay que olvidar que la
distancia
es una palabra innecesaria,
cuando podemos huir a otro mar,
extraño tanto mar, raro este
cielo.